miércoles, 26 de noviembre de 2008

mucho mimo

Para que me cuides me enfermé y te hablé en portugués.
Me hice la debil y te toqué un poco la cara con los labios calientes.
Después te dije que me iba a ir de viaje para siempre y cuando lloraste, me sentí linda.

La próxima vez que te me acerques voy a besarte.
Te aviso.
Podemos jugar con legos, fuego y naftalina.
Pero después, voy a besarte un poco.
Te aviso.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Violeta

El día en que Violeta terminó de llorar hizo una lista de “cosas para no hacer más”. Entre lo que escribió decía que no iba a simular estar relajada cuando en realidad se sentía tensa, que no iba a dar tantas vueltas antes de comer, antes de besar ni antes de decir cosas importantes.
Se pintó los labios de rojo y cantó frente al espejo una canción de Frank Sinatra. Besó el espejo, se besó el brazo y gritó el estribillo de Stormy weather por la ventana. Dos veces y a capela.
Violeta llamó por teléfono a un hombre que le gustaba y le pidió de tomar un café. Quiero que vos y yo tomemos un café o una coca, quiero eso, le dijo. Ante semejante firmeza, el hombre gustado por Violeta respondió que si y se tocó el pelo de los nervios.
Violeta colgó el teléfono y se volvió a pintar los labios de rojo. Bailó un poco frente al espejo y salió corriendo a encontrarse con él. Apenas lo vio, lo besó y le dijo: vos vas a ser la persona con la que voy a practicar ser distinta.
El hombre sonrió, y volvió a tocarse el pelo de los nervios.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Cuento Para Bebés Profundos

Cuando nadie la mira, Olimpia flota. Flota en el aire durante unos segundos para que nadie se avive de que ella, si quiere, puede flotar un poquito. Cuando está triste porque siente que hay gente que la quiere lastimar o que algo no le sale, Olimpia se encierra en el baño de su casa, baja la tapa del inodoro, se sube encima y flota durante casi un minuto.
Olimpia camina por una calle multitudinaria y la gente que pasa a su lado siente un cosquilleo en los talones porque cuando Olimpia flota, levanta un poco de vientito. Cuando alguien le pregunta a Olimpia a qué se dedica, ella se detiene y responde seria: "Yo trabajo para un señor que vende ropa. El señor la fabrica, y yo me paro delante del mostrador de su negocio, sonrío y vendo cosas. Eso es todo".
Lo cierto es que mientras Olimpia sonríe detrás del mostrador, aprovecha para flotar más que nunca porque nadie puede verle los pies.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Amalia y la vida

Amalia se sienta frente a su computadora y finge estar concentrada. Abre ventanas, las cierra y mueve el mouse como si estuviera en algún tipo de asunto importante.
Deja de tocar las teclas y agarra su cámara de fotos. Se saca fotos largando carcajadas. También se saca fotos con cara de chica sexy y unas con cara de enojada. Las mira y se siente parecida a su abuela.
Amelia lee un libro que habla del amor líquido o algo parecido.
Últimamente se toma muy en serio a un señor que dice que falta poco tiempo para que el ser humano pierda el deseo de amar y las ganas de comer. Pero se olvida rápido y se pone a dibujar estrellitas como si fuera una nenita.
Amalia mira por la ventana y dice ohmm durante veinte minutos. Mientras dice ohmm piensa en coca-cola, en milanesas, en la sonrisa de un vecino que le gusta, en una poesía que aún no entendió y en una canción en la que se imagina como protagonista.
Cuando termina, se acuesta pensando que la vida está mucho más linda que siempre y se concentra para soñar con que no se le acabe el buen humor.

lunes, 3 de noviembre de 2008

cuando te agarre

Cuando termine de escribir voy a ir a agarrarte de la cintura y te voy a pedir que bailemos un rato. Cuando me digas que si, te voy a chupar la punta de la nariz y me vas a decir que soy la más linda del cuarto. Después vamos a pensar que somos dos personas con suerte y no vamos a decirnos nada. Cuando pase ese momento, voy a cocinarte un bife con vegetales y te vas a sorprender un poquito. Ahí es cuando te vas a tomar un trago de vino y te vas a reír solo, sin saber que te estoy mirando. En ese preciso instante, voy a enamorarme de vos. Voy a planear un viaje juntos y conversaciones de todo tipo frente a distinta gente. Voy a pensar en libros que nos describen y en las películas que vamos a ver en tu casa. Voy a armar una lista con nuestras futuras canciones preferidas y otra con los lugares de los que nos haremos habitués.
Pero igual vos no te vas a dar cuenta de nada porque te voy a decir que sos un poco personaje, para disimular todo y cambiar de tema.