jueves, 28 de enero de 2010

al calor de la noche le digo cosas yo

No me pude dormir así que salí a la calle con la guitarra e improvisé unos temas rockeros para despertar al resto. Las letras las inventé perfecto. Un vecino me miraba desde la ventana;lo miré, le hice un gesto de burla con la lengua muy para afuera, y dejándome ver los dientes le grité: “hola, vayamos al cine o a tomar algo que no me puedo dormir”.
El hombre vecino, de edad ambigua, bajó a la calle con un termómetro y algodones sospechosos (no eran blancos del todo) y me preguntó si necesitaba ayuda. Le respondí que no, gracias, y pensé que soy una exagerada.
Me volví a mi casa corriendo y me caí en las escaleras.
Lloré como la niña que soy.
Qué desdichada, por favor.