lunes, 14 de julio de 2008

Más triste que la mierda, yo lloro

Soy sensible y necia. Se me escapan mil lágrimas, y de necia que soy, se me escapan más lágrimas. Cuando estoy contenta lloro, cuando estoy triste también lloro. Lloro sobre todo de impotencia. Lloro cuando una piba me dice algo feo y cuando un pibe me dice algo lindo, lloro. Lloro por las cosas feas de los días anteriores y por las cosas lindas se me caen lágrimas más gordas, pero menos saladas. Además lloro porque me siento mal ahora y por miedo a sentirme peor un poco más tarde. Así que sigo llorando. Si me pegan lloro y si pego también lloro porque me siento culpable.
Cuando pare te aviso, así charlamos un rato y nos reímos hasta las lágrimas.

6 comentarios:

ignacio dijo...

cuando era chico, lloraba. lloraba muchísimo.

me preguntaban "¿por qué llorás?" y yo respondía "poque quero llollar"

el chair dijo...

una vez me dijeron que llorar es de valiente.
bah.
una vez me lo auto dije.
para que llorar me hiciera sentir mas fuerte.
desde esa vez no pare de llorar
ni de mentirme

Anónimo dijo...

Generalmente relacionamos el llanto con la tristeza, melancolía, sufrimiento y con lo que nos hace daño, según grado de sensibilidad. Tal vez es el momento mas sincero para con uno mismo y escapa al engaño. Pero tambien existe gente que no puede expresarse a traves de lágrimas, eso debe ser triste. Ni necio ni maricón ni llorón. Puedo llorar con canciones y dibujarme una sonrisa, puedo desahogarme en la tristeza y luego sentirme un poco mejor, puedo emocionarme con una pelicula que me hace creer mas en el amor y puedo reir hasta agarrarme el estómago y decir "bastaaa!"
El alma esta hablando, presten atencion! lloren!, no nos hace menos humanos...

ladelbosque dijo...

quiero saber más sobre esas pibas forras chetas de san isidro. Haceme acordar que hoy te haga acordar.

Anónimo dijo...

llorar es agua que sale por esos agujeritos. agua cargada. tiene que funcionar para limpiar.
te quiero p.

v.

Firulo dijo...

Yo conocía una chica así.
Una vez estabamos en la calle y se le dio por llorar de repente. Yo miraba a la gente pasar y pensaba que pensaban que era mi culpa. Entonces me obligaba a ponerle la manito en la espalda y decirle ya, ya. Una vez escribí sobre todo esto, se lo leí y ella no se puso a llorar.
Yo de chiquito lloraba poco y pensaba que no tenía sentimientos. Por eso todavía cada vez que presiento un llanto, me esfuerzo en pensar cosas feas así me sale y siento que soy persona, como los demás.