sábado, 4 de octubre de 2008

Dos mujeres

A Elena acaba de dejarla el amor de su vida.
Elena llora. Llora en su cama, en el baño, mientras cocina un huevo revuelto y mientras habla por teléfono. Grita palabras y frases cortas como “forro”, “hijos de puta todos”, “te amo”, “listo“; y en un momento balbucea una canción de un cantante puertorriqueño de moda que ni siquiera le gusta.
Elena no duerme. Llora. Come una lata de arvejas secas y llora. Rompe objetos. Marca un número en el teléfono, corta. Marca otro y le llora a su amiga María
María le dice palabras lindas: mejor que se terminó, nunca más, ahora sí, llegó la hora de pensar en uno, che; al fin y al cabo se trata de una relación nociva/enferma/histérica/dependiente que hace mal al alma y baja el autoestima una barbaridad.
Elena responde: qué lindo, qué lindo poder ver las cosas tan claras. Asegura que la relación en sí era “in-disfrutable” y que no sirve tapar los verdaderos problemas de uno con un desamor ridículo.
No sirve, no sirve, no sirve; le grita.
Cortan el teléfono contentas.
Las palabras de María y Elena quedan resonando en la cabeza de ambas durante largos minutos.
Mientras Elena se duerme, María toma vino, fuma marihuana, escucha canciones románticas con su novio y piensa que sin él, su vida no tendría ningún sentido.

18 comentarios:

PERUCHO dijo...

Te aplaudo, me gustó mucho. Sigue así, un saludo.

Diego dijo...

C'est la vie.

Anónimo dijo...

Todos somos fuimos, somos o seremos Elena... Esta en cada uno tratar de dejar atras lo que no nos quiere, aunque cueste lo largo de la vida olvidar.

Guga

Ajuancho dijo...

¿el cantante puertorriqueño siempre está presente cuando uno sufre por amor?
¿Es porque son más latinos que nosotros? ¿Es porque ahí hace más calor y la gente se enamora más? Porque para mi que en invierno el enamoramiento se va de vacaciones...

Libreta de flores dijo...

hijos de puta todos. esa no puede faltar.

Fernanda Berenice dijo...

Las mujeres podemos ser Elena o Maria segun la situacion.
Me encanta lo que escribis

el chair dijo...

maría es una buena amiga.
Estuvo bien en lo que dijo.
fue bastante util.
a Elena de todas maneras le va a volver la angustia en cualquier momento.
esas charlas son sanadoras hasta un punto
esa felicidad dura lo qeu dura la charla

Anónimo dijo...

ayyy qué Elena !!! me gustaría poder contarle que los hombres son así y que mejor tener un gato.
besosssss y quiero más textoss-estoy emocionada, te quiero.

Almendra dijo...

nada más que ¡la vida!
uff

Anónimo dijo...

La vida en letras... yo fui elena... pobre elena...
me gusta tu blog, te vuelvo a felicitar, mis congratz para vos!

Juan Ignacio dijo...

Dicotomía antagónica. A veces uno es uno, y a veces uno es otro.
Dos cosas: lo primero es que el tiempo (y esto, la verdad, es una cagada) lo cura todo; y segundo, me gustó mucho cómo escribís.

Gracias por pasarte por mi blog

Beso, che

LarutaNaturaL dijo...

al flaco no le molestaría el sutil plagio :)
saludos chee

Anónimo dijo...

woww
me encanto todo lo que lei amiga.

es todo tan cierto que me da miedo.

fluor dijo...

pase por aca pq vero te me recomendo :)
me gusto tanto que lo puse en favoritos, seguire leyendote.
besos

Reynaldo Girotti dijo...

es triste pero cierto..

muy bueno lo que escribiste..

te felicito

tatatata dijo...

ja creo que todos fuimos ambas. coincido con el licenciado iair. la felicidad dura lo que dura la charla

Anónimo dijo...

Vengo leyendo desde "arriba". Me resultò un espacio bello y dulce, como escuchar a Vivaldi una mañana , hasta que lleguè a este post y ¡POC! sentì el golpe de la vida.

Quiero decir: Muy bonito todo, seguirè leyendo.

d dijo...

el libro de los amores ridículos :)
me gusta! hace tiempo que quiero escribir algo sobre dos mujeres. de hecho pensé que también se llamaría así el texto. de todas maneras no estoy seguro si se tratan de las mismas mujeres, si son ellas dos las mismas que tus dos. me gusta pensar que sí... me gusta pensar que yo también pensé por primera vez en ellas ahí en esos primeros días de octubre... besos