Te voy a abrazar tan fuerte que vas a pensar que me enloquecí o que me estoy despidiendo, le dijo Eugenia a Ramiro mientras se miraban sin tocarse ni las manos sentados en el sillón de un living. Ramiro respiró hondo y con ruido pero no dijo nada.
Eugenia repitió: vas a pensar que me estoy despidiendo, pero no. Va a ser todo lo contrario. Te voy a estar encontrando y te voy a oler mucho el perfume. Te molesta?
Ramiro respondió que no, inclinando levemente la cabeza hacia la izquierda y después hacia la derecha.
Eugenia fue a la cocina y agarró un plato que llenó con aceitunas, almendras y queso. Lo apoyó al lado de Ramiro y dijo: esto es para que comamos después de que te abrace y te huela porque vamos a tener hambre de esta comida. Igual si querés, después te traigo más, agregó antes de acercarse.
Ramiro sonrió, le acarició el pelo y se comió una almendra.
Perdón, balbuceó: todo esto del amor me pone muy ansioso.
domingo, 31 de mayo de 2009
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3 comentarios:
flaquita.
sos lo más.
te quiero.
me encanta ser tu amiga.
hacemos reunión por el libro en la semana?
lo publico acá para que sea como un contrato.
ay, cómo me gusta lo que escribes... sigue así por favor... saludos
qe lindo la advertencia previa del abrazo fatal!
me encanta es re el amor eso
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