cuando me desenrede el pelo me voy a sentir más liviana.
También voy a comer un pedazo de arroz con unas gotas de agua sin gas.
Una vez que termine de tragar, voy a volar por Juramento hasta el barrio chino para robar una latita de aceite de sésamo y varios granos de trigo burgol fino.
En el camino de vuelta voy a gritar cosas a la gente desde lo alto.
Van a ser cosas groseras e innecesarias porque voy a sentirme un poco superior.
Por un rato largo.
Después, me voy a ir a dormir la siesta para despertarme como si nada.
No sin antes bailar una canción muy, pero muy movida.
domingo, 8 de noviembre de 2009
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