martes, 23 de diciembre de 2008

Anahí

Anahí cree que algo bueno le está por ocurrir. Me está por pasar algo muy bueno, estoy segura; comenta Anahí a su mejor amiga, al taxista y al hombre de la caja del supermercado.

Una tarde, mientras Anahí cuenta, frente al espejo, las nuevas pecas que se encuentra en la nariz observa de reojo un papel que vuela y entra a través de su ventana. Abre el papelito esperando una declaración, una frase que la deje pensando, su nombre junto al de algún enamorado u algún garabato gracioso.

Pero el papelito no dice nada. No importa, piensa, voy a poner algo yo. Saca un lápiz del cajón y escribe: “Es usted la persona más linda que he visto en años. Soy una mujer que vive en el 5 “d” del edificio que queda a la derecha del mini-mercado. Si quiere tóqueme el timbre”.

Hace un bollito y lo tira esperando que le caiga a alguien que la merezca.


Minutos más tarde sonará el timbre y Anahí volverá a pensar que algo muy bueno está por ocurrirle

lunes, 15 de diciembre de 2008

Podría ser yo así

Hoy decidí que voy a ser más fría que de costumbre y capaz insulte a un par de personas que no me gustan. Después probablemente me sienta mal, les pida disculpas y me agarre un tic nervioso.

También pensé que algún día voy a escribir un cuento. En la historia va a haber mucha gente parecida a mí haciendo cola para pedir pan de campo, o besándose en las esquinas. Habrá otros personajes gigantes con voz grave y manos ásperas. Estos gigantes van a cantar de forma inusual para llamar la atención de la gente común; como yo, que me voy a detener a escucharlos más atenta que nunca.Y voy a sonreír.

Estuve meditando que me encantaría un poco agarrar plastilina mojada con las manos y hacer figuras de monstruos. Acercarme los monstruos malvados a la cara y llorar. Sin consuelo.

También quiero sentirme una mujer que no se deja pisotear por nadie, sólo por algunos que me gustan; y pintarme los ojos con mucho delineador negro hasta que me ardan

Eso pensé.

Podría ser

jueves, 11 de diciembre de 2008

Natalia

Natalia hace cosas para que la vean: toca un tema de los Beatles en la flauta traversa, se tiñe el pelo de rubia platinada y grita ¡viva la vida! mientras todos lloran.
Pero nadie la mira.
Natalia vuelve a hacer cosas para que la vean: vomita en ascensores con gente, grita una canción de Juan Luis Guerra en un recital de Michael Jackson y baila arriba de un parlante en una fiesta de gente mayor.
Tampoco la observa nadie.
Natalia recorre 8 cuadras con el ceño fruncido pensando en que nadie la mira y para en una esquina a comprar maní con cáscara. Abre la bolsita y se sienta, algo compungida, a comerlo en la vereda.
Al tercer maní pasa un hombre que la mira fijo durante unos segundos. Natalia le sonríe y piensa: al final era fácil.

jueves, 4 de diciembre de 2008

eso

Mientras me lavaba los dientes pensé que te iba a escribir una carta de amor que dijera: pibe, vos si que me hacés reír.
Después me hice un buche y escupí agua rosa.
No era sangre. Era agua rosa.
Te juro.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Cómo ser un ser-sensible

Para ser un ser-sensible debe usted despertarse a las 5 de la mañana y tomar un baño de inmersión con burbujas. Luego del baño, deberá mirarse al espejo desnudo y repetir la palabra “sersensible” cinco veces observándose los ojos. Si aquí deja caer una lágrima, mejor.
Lea (siempre utilizando anteojos) cualquier libro que no esté considerado best-seller y hable por teléfono lo menos posible. Tampoco utilice elementos de computación y/o internet.
Su pareja, que también deberá ser un ser-sensible al igual que usted, debe medir menos de 1, 75 y usar ropa liviana (en lo posible de algodón y blanca). Se aconseja que los momentos de amor entre ámbos no duren menos de 3 horas y se den por la madrugada o al amanecer. De lo contrario, puede que usted tenga la sensación de que le faltó “algo”, que no sabe qué es. Si esto llegara a ocurrir, no intente buscar ese “algo”. No lo encontrará jamás y conocerá la frustración (sentimiento poco aconsejable).
Las palabras más apropiadas para un ser-sensible son: analógico, mágico, blanco, negro y camino. No se abuse: utilícelas sólo cuando sienta que son necesarias e irremplazables.
Por último, intente dormirse llorando. Puede usted hacerlo pensando en cosas horrendas, tristes y/o melancólicas. Pincharse el brazo, o pegarse la rodilla contra una pared, también sirve